Yo nunca me he preocupado por nada ni por nadie, esa es la verdad; mas o menos todo el mundo lo aceptaba, y decían: "bueno , Estefania es así".
Y llegas tú...tú...tú no me veías de ese modo, nunca había conocido a nadie que de verdad pensará que yo valía la pena, hasta que te conocí a tí, y tú lograste que yo tambien me lo creyera.
Y llegas tú...tú...tú no me veías de ese modo, nunca había conocido a nadie que de verdad pensará que yo valía la pena, hasta que te conocí a tí, y tú lograste que yo tambien me lo creyera.
Y por desgracía yo te necesito a tí y tú me necesitas a mi...
.
.
.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario